La suavidad que acompañó la dura habitación de mis dolores, alberga los colores y designios de aquellos que pretenden cambiar el mundo en un cuarto de segundo.
Con un papel, lápiz y pocos años a cuestas, comencé a sentir los primeros latidos del corazón. Algo que luego entre desvelos y misterios, se fue convirtiendo en mi gran secreto.
Tan así de inmenso que hoy por fin deseo compartirlo.
Pero todo este sueño me produce pánico.
De todas formas, ahí va…
domingo, 3 de enero de 2016
Las Puertas de la Percepción
Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.
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