Me rebelo ante la estética estructurada, al movimiento armónico de la superficialidad.Al entrar al Bar, observo. Toda la sincronización del silencio, burla la belleza de todo lo que contemplo extasiado con mis dilatadas pupilas. Ojos rojos inmovilizados, mientras mis pies deformes se mueven y tratan de avanzar a pasos agigantados en esta incongruencia.La gente me mira y se pregunta si este hombre desnudo y completamente vulnerable esta loco o esta en otra de sus crisis de angustia. Me resisto firmemente a caer de prisa a los embates metafóricos del sentimiento blanco, o al verde fresco de la Kanya.Estoy bailando?...Estoy actuando?
Al otro lado de la mesa, una mujer experta en arte Dadaista, comenta que es solo un Pseudo poeta borracho. Claro, ella imagina que no la escucho, pero sus labios murmuran tan fuerte que imagino sus gemidos al momento de hacer el amor. Ella no sabe que ando en busca de la felicidad, ni podría imaginarlo. Su arte la limita y la hace pequeña. Debería matarla, debería hacerlo. La misma que habla de espiritualidad sin siquiera conocer su propio cuerpo quiere explorar mi interior, la energía vibrante del amor. Me paro de la mesa, doy tres pasos hacia la puerta y tambaleo fuertemente, siento la deformación de mis músculos, pero me niego a caer.
Al otro lado de la mesa, una mujer experta en arte Dadaista, comenta que es solo un Pseudo poeta borracho. Claro, ella imagina que no la escucho, pero sus labios murmuran tan fuerte que imagino sus gemidos al momento de hacer el amor. Ella no sabe que ando en busca de la felicidad, ni podría imaginarlo. Su arte la limita y la hace pequeña. Debería matarla, debería hacerlo. La misma que habla de espiritualidad sin siquiera conocer su propio cuerpo quiere explorar mi interior, la energía vibrante del amor. Me paro de la mesa, doy tres pasos hacia la puerta y tambaleo fuertemente, siento la deformación de mis músculos, pero me niego a caer.
Logre salir a caminar. Me perdí por la noche y una estrella al verme pálido se espeluznó. La luna me hizo sentir en contacto con lo más profundo de su emoción, que en su momento no era más que muerte. Tal vez no comprendí lo que quería comunicarme. Tal vez le estoy agobiando y aburriendo con mi silencio. Más de lo mismo me dice, dejándose llevar por el clamor de la tierra.
Trato de buscar cobijo en una cálida morada, quizás anhelando el abrazo tierno que extraño tanto, ese que me brindan solo tus brazos. Me escondo y ahora escucho tantos gritos allá afuera, en la oscuridad. Tantas risas y el silencio no quiere escuchar.Debo estar un poco enfermo, o tal vez la luna tiene temor tal como me pasa a mi ahora.Debo estar preocupado, por que ya no busco la coherencia entre lo que creo y lo que siento. Ya no me preocupa la imagen perfecta.Esta noche no me importa mas nada, tan solo que no haya más ruido para poder dormir. Quizás eternamente, quien sabe. Puede ser mi noche y que la muerte me encuentre entre sus delicados pliegues.
No quiero nada más por hoy.
Solo deseo estar preparado.